top of page
Chica en la ciudad de Nueva York

Poema   (perteneciente al poemario Rios de Carretera)

Paula Díaz Altozano

/

 Madrid, 1990. Becaria de Doctorado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Licenciada en periodismo y grado profesional de música (piano). Máster en Comunicación Política (UCJC). Becada por el programa Erasmus + prácticas para residir en París durante el curso 2017-2018, y por Acciona para estudiar el máster de la Escuela SUR de Profesiones Artísticas, con sede en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en 2015-2017. Beneficiaria de becas para asistir a proyectos artísticos de corta duración en ciudades como Budapest, y al Oxford Spring School organizado por la Maison Française y la Universidad de Oxford en 2018. Colaboradora con artículos y poemas en revistas como ‘La Grieta’ o ‘Liberoamérica’. Ganadora de varios premios literarios, como el primer premio del ‘VIII Certamen Literario de Relato Alonso Zamora Vicente’ (Universidad Nebrija) y finalista del ‘IX Certamen universitario de relato corto Jóvenes Talentos Booket-Austral’. Autora de los poemarios ‘A orillas de París’ (Ediciones En Huida, 2018) y ‘Ríos de carretera’ (BajAmar, 2019).  

paula-d-az-altozano_orig_edited.jpg

AUTORA:            Paula Díaz Altozano

VOZ:                     Oscar Maceda

​MÚSICA:            "Steady the Buffs" ( T.Newman )

EDICIÓN

Y MEZCLAS:       Oscar Maceda

8_Rios-de-carretera-portada.jpg

En el espejo de nubes            se evaporan perfiles de humo

al atardecer.

Los niños juegan con revistas

de recortables: papel rosado, contornos de aceite,

deslumbran pupilas de juegos.

 

Así aparecía el horizonte

esta tarde:

veletas de plomo, el mercurio llegaba a 

los arrozales y las culebras se escondieron

para dejar paso a las cañerías

celestes.

Reflejo desvanecido en 

el viento, bote de bolígrafos, juegos de mesa.

Así miraba yo los brazos que tratan de rozar el firmamento

cuando una arista se clavó en mi pecho

y sentí los grifos abiertos en 

todos los baños

y el calor de las mantas

durante la noche

y las risas de borrachos en bares 

flotantes, con el dolor que esconde

la carcajada,

y sentí las toallas que envuelven

cuerpos húmedos

y el redoble de cubiertos

sobre el cuarzo,

migas de pan esparcidas en madera,

y la respiración entrecortada

entre las sábanas,

y mientras tanto, 

caminaba hasta murallas de arena, 

hasta esquinas rotas, hacia la perspectiva.

Abracé figuras relumbrantes

de fuego y cantos de extrarradio.

 

Cuando las luces encienden la maqueta

poco a poco dibujan 

un reguero de soles descompuestos.

 

Moneda de bronce apretada en la mano.

Cortes en las calles

excavados hace mil años en montañas.

Agujeros de cocina 

derraman vino en polvo y grietas.

 

Despacio.

 

La luz se ha fundido.

bottom of page